MOON LETTERS : POETRY
El Adios de Sam - by Connie
Me dijo que partía, muy lejos con los elfos
Que era el único camino posible para sanar
Me dijo que no llore, que levante mi frente
Que era fuerte, que tenia a quien cuidar
Me dijo que no sufra, por aquellos recuerdos
Que no torture mi mente con posibilidad,
Que no me sienta culpable por faltar a una promesa
Que comprenda que su viaje debía ser en soledad
Me miro con ternura y agradeció mi ayuda
Mi constancia a cada paso, mi fidelidad.
Mi amistad tan pura y mi hombro incondicional
Agradeció el valor que le di para continuar
Una lagrima surcó su mejilla y sus ojos perdieron opacidad
Dijo que la oscuridad era una batalla eterna
Que finalmente otorgaba una tregua de paz
A ése que desde el comienzo conoció un abismo sin final.
Prometió que algún día nos veríamos de nuevo
Mas allá de la tierra que llamo mi Hogar,
Que no habría cargas en nuestros hombros, ni heridas en alma
Que contaríamos sin pena nuestra historia singular
Se hinco ante mi, llenándome de vergüenza
Y extendió una vieja espada que en antiguo viaje nos acompañó...
Por honor, me dijo, que la entregaba, al hobbit valiente que lo salvó
Por lealtad, era un símbolo, porque fue mi luz la que su esencia protegió.
Con un abrazo selló el momento, fugaz para las estrellas,
Eterno para la memoria mortal de mi existencia.
Ladeo su cabeza y miró al anciano que sonreía en paz
Lo tomo del brazo y subió a la nave gris que lo habría de alejar.
Se izaron las velas y cantaron las gaviotas
Abriendo una grieta inconmensurable en mi alma...
Partió el barco, hundiéndose en la tarde silenciosa
Llenando el gris océano con su estela de cristal.
Se perdió la figura en un camino mágico
Y mi ojos húmedos se clavaron en el vacío que dejó
El crepúsculo bañó las olas con su luz
Y mis compañeros llamaron mi nombre para retornar al hogar
El momento había pasado y la soledad habitaba en mi...
La partida había concluido, pero el nudo en mi garganta no...
No partían los recuerdos o las esperanzas compartidas
Todavía no había dicho adiós mi mente, ni mi corazón
"Vamos Sam" dijo alguien tirando de mi manga.
Con una palmada en el hombro manifestó su comprensión.
Con el frío de la noche por fin mis pies se movieron,
llevándome de nuevo a otros que esperaban mi regreso.
Mientras me alejaba, una ultima vez volví mi rostro.
Mi mirada se perdió en las ondas del eterno mar
Y sosteniendo mi pecho con miedo a que se quebrara
Suspiré con esperanza y dolor un ultimo adiós.
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